El 48 Hour Film Project es un rally cuyo propósito es escribir, filmar y editar un cortometraje en sólo 48 horas. Al inicio hay un sorteo en el que te asignan un género cinematográfico, un personaje, un objeto y una línea de diálogo que debes usar en tu cortometraje. He participado 7 veces en el rally, de las cuales podemos contabilizar dos éxitos, cuatro fracasos y un resultado por determinarse al momento de escribir este texto.
Debo admitir que la primera vez que participé en él fue por soberbia. Fui invitado a una proyección y encontré muchos cortometrajes que no valían la pena, muy pocos cuyo resultado era óptimo y pensé "Yo puedo hacer algo mejor que eso", así que en la siguiente convocatoria participé y obtuvimos el premio a Mejor edición, así como una nominación para Natalia Alanis como Mejor actriz, siendo ella la protagonista del corto.
Pensé entonces, que el siguiente año podría obtener mejores resultados pero me topé con pared, ni siquiera terminamos el corto a tiempo y fuimos descalificados, había tenido suerte de principiante. Los siguientes dos años también fracasamos, pues aunque terminamos nuestro corto, no recibimos ninguna nominación ni estábamos contentos con el resultado. Fue hasta la quinta edición que por fin nos fue verdaderamente bien y obtuvimos nominaciones en las categorías de Mejor director, Mejor cortometraje, Mejor score y Mejor actriz, aunque no obtuvimos ningún premio (pero sí pudimos comercializar ese corto). Al año siguiente, volvimos a fracasar.
Lo primero que debo señalar al respecto es lo mucho que me ha dejado como realizador, participar en un rally de estas características. Esta experiencia ha sido, junto con haber trabajado como editor, mi mejor escuela de cine. Trabajar en dichas circunstancias me enseño a pensar rápido, bajo presión, a respetar un plan de trabajo al pie de la letra y a improvisar sobre la marcha para resolver los problemas que surgen en el set. A continuación enlisto varias premisas de trabajo con las que suelo filmar, no sólo durante el 48 sino en el resto de mis películas y que además nacieron a partir del rally.
Menos es más. Una premisa con la que debes casarte a la hora de trabajar contra reloj es: "Entre más rápido comiences a filmar, mejor. Entre más rápido termines tu rodaje y comiences a editar, también". Para mí, la regla de oro es que si no has comenzado tu rodaje al amanecer del sábado estás muerto. Si no has comenzado la edición al anochecer del sábado, también estás muerto. ¿Cómo lograrlo? Con economía del lenguaje y dominio del ritmo. El ritmo externo es clave en cualquier película, de él depende que el público se enganche con tu ficción, hay muchos métodos para lograrlo como trabajar con máster y protecciones, con planos secuencia o con planos únicos toma por toma; pero en un rally hay que sumar el factor tiempo. No te puedes permitir hacer muchos planos ni muchas tomas, por lo mismo, difícilmente podrás trabajar con master y protecciones en el sentido extenso del término. Debes ser capaz de visualizar desde el rodaje cómo vas a unir el plano que estás filmando con el siguiente, y a su vez, éste con el que sigue. No hay chance de filmar protecciones por todos lados para decidir en la edición cuál te conviene más y así generar el ritmo. Tampoco es tan recomendable trabajar con planos secuencia que requieren de muchos ensayos para lograr una buena toma; además, no vas a poder modificar el ritmo una vez que el plano secuencia está filmado. Por ello, debes ser capaz de visualizar el ritmo externo mediante los cortes de cada plano filmado. Debes evaluar desde el bloqueo de la escena cuánto va a durar cada plano, cuál va a ser su tamaño, cómo va a yuxtaponerse tanto con el plano anterior como con el siguiente y sobre todo, debes tener plena consciencia del valor narrativo de cada plano.
Por supuesto, también debes dominar las reglas del eje y del montaje en general, pues al filmar un plano tras otro no habrá vuelta atrás si te equivocas en los desplazamientos o en la construcción del espacio cinematográfico. Como ves, es un proceso complicado y que al inicio tendrá errores pero con el tiempo es una gran forma de crear oficio. Hoy por hoy soy capaz de visualizar a la perfección el bloqueo de una escena en términos de montaje y ritmo y no suelo filmar más material del estrictamente necesario. Incluso, al hacer mi segunda película logré no filmar un solo plano que no usara en el montaje final, cosa que no sucedió en la primera, donde incluso me sobró una hora de material editado que no entró al corte final.
Entre más rápido comiences a editar, mejor. No hay mucho que explicar, tanto en el 48 como en el trabajo diario, entre más pronto comiences a editar más frescas tendrás todas las ideas que tuviste en el set, mayor claridad habrá del ritmo externo y sobre todo, a veces ni siquiera tendrás que revisar tus notas, serás capaz de recordar cuál es la toma buena y porqué.
No filmes nada que no sepas cómo usarás. Estoy convencido de que entre más material filmas, peores decisiones tomas como realizador. El filmar material extra suele confundirte y te lleva a la tentación de incluir planos que no necesitas o peor aún, ¡a deshacerte del material que sí te sirve! Por regla general, siempre que filmo un plano sé exactamente cómo voy a usarlo. Sé antes de qué plano voy a ponerlo, cómo se une con el siguiente, qué función tiene en la escena y desde el set, puedo distinguir cuándo un plano es necesario, cuándo lo hago sólo porque la toma es linda o cuándo estoy filmándolo por protección. Así que cuando me doy cuenta de ello es momento de pasar al siguiente emplazamiento.
Llegar a tal nivel de especificidad sólo es posible con el tiempo, con el ejercicio continuo del oficio. ¡Pero oye! Querías ser director de cine, ¿o no? De eso se trata. Acá destaco lo mucho que me ayudó haber trabajado tantos años como editor; ahí, calificando y recortando el material que otros directores hacían, me di cuenta de cuando un director sabe exactamente lo que está haciendo, cuando no tiene idea, ya no digamos de los ejes y el espacio cinematográfico, sino del ritmo o de por qué hace cada encuadre; y por supuesto, también de cuando ha filmado mucho material que no se va a usar.
Piensa rápido. Trabajas contra reloj, debes ser capaz de tomar una decisión, sostenerla y llevarla hasta sus últimas consecuencias. Cada decisión que tomas en el set impacta directamente en el resultado, así que debes ser capaz de discernir correctamente; pero lo que es más importante, es que cuando te equivocas, debes ser capaz de identificar que estás equivocado y debes saber cómo solucionar ese error. Nadie más que tú, como director, tiene la película en su cabeza, eres el único responsable de llevar la película a buen término. Eres también el responsable de su eventual fracaso.
Aprende a resolver con lo que tienes. Durante tantas ediciones he llegado a ver cortos que despliegan cosas impensables, valores de producción que incluso en una película de buen presupuesto en México son difíciles de ver. Por ejemplo, una vez vi un corto donde había un helicóptero y en otra ocasión vi uno donde un personaje ¡se prendía en llamas! ¿Cómo lo lograron? Estoy totalmente seguro de que esos equipos ya contaban con esos recursos (porque uno de sus integrantes era un stuntman o porque probablemente uno de sus familiares era piloto), sólo buscaron la manera de integrarlos en su historia.
Llegué a esta reflexión porque precisamente, en aquella ocasión en la que nos fue muy bien, el género que nos tocó era un drama escolar. ¿Dónde iba a conseguir una escuela un viernes en la noche? Pensar no en lo que necesitaba, sino en lo que tenía me dio la solución. ¿Y qué era lo que tenía? a dos actrices, una más joven que la otra y un departamento. ¡Eureka! Saquemos el drama de la escuela, este corto se tratará de una chica que tiene una cita con su maestra. ¿El resultado? Varias nominaciones.
Llega descansado y en buen estado de salud. Vas a pasar 48 horas despierto, obviamente necesitas llegar con el mayor número de horas de sueño posible, bien hidratado, con ropa cómoda y con la barriga llena. Parece obvio, pero es que no sólo debería suceder en el 48 sino en toda tu carrera. Nadie te lo dice porque parece que a todo el mundo se le olvida y sólo lo recuerdan cuando ya es demasiado tarde (durante el rodaje): filmar una película es sumamente cansado. Vas a bajar de peso, te vas a deshidratar, vas a dormir menos de 4 horas diarias, no vas a poder sentarte a comer, en menos de un mes vas a envejecer varios años, te vas a enfermar, vas a adquirir una dolencia que seguramente se te va a quedar de por vida y muchas cosas más. En este escenario, lo más inteligente que puedes hacer es llegar lo más sano posible al rodaje. Cuidar tu alimentación, tu descanso y tu salud en tu vida diaria es lo que te va a permitir rendir lo mejor posible durante una producción.
Diviértete. Participar en un rally como el 48 es muy estresante, vas a hacer corajes, además te vas a frustrar pero es importante que también te diviertas, eso es lo padre de hacer cine. De no ser así, estaríamos trabajando en un banco o una oficina.
Comments